Tipos del almacén
A continuación se presentan los tipos de almacén que
pueden haber dedicados principalmente a
el aprovisionamiento, almacenaje y distribución.
“La actividad económica de una empresa puede requerir varios
tipos de almacén: almacén de materias primas, almacén de productos semi-elaborados,
almacén de productos terminados, etc. Todos ellos deben estar situados en
función de sus necesidades de funcionamiento.
Atendiendo a lo ya dicho podemos clasificar los almacenes en
función del grado de protección atmosférica, del tipo de material almacenado,
de su localización (función de la logística de distribución), de su
equipamiento y técnicas de manipulación, o según su régimen jurídico.”
autor: Comité de Expertos de Fundación ICIL
Según el grado de protección atmosférica
Almacenes cubiertos: Como su nombre indica son almacenes que
poseen una edificación sea de ladrillos, lona, paneles metálicos. Ofrecen una
protección completa a los materiales que allí se almacenan, y permiten
inclusive el cambio de condiciones como temperatura, humedad, etc., dentro del
almacén.
Almacenes descubiertos o al aire libre: Estos son almacenes
delimitados por cercas, marcajes y que no poseen ninguna edificación física.
Aquí se almacenan productos que no se deterioran o degradan con los efectos
atmosféricos, un ejemplo, los vehículos nuevos. En muchos casos en estos tipos
de almacenaje se utilizan protecciones para no permitir el deterioro como
plásticos, retractilados, cremas o protectores, anticorrosivos.
Según el tipo de material almacenado (la naturaleza el artículo
nos da el tipo de almacén)
Almacenes de materias primas: Este tipo de almacenes
normalmente están situados cerca de la nave de producción o el sitio donde se
utilizarán estos materiales para ser transformados.
Almacenes de productos intermedios (Semi-elaborados): Estos
almacenes generalmente se sitúan en el interior de la planta de fabricación, ya
que su misión es la de servir de colchón entre las distintas fases de obtención
de un producto; se asume que estos materiales tienen tiempos mínimos de espera
para su utilización.
Almacenes de productos terminados: Como su nombre lo dice,
son almacenes exclusivos para el producto terminado y su función es de
regulador. Es el almacén que normalmente es el de mayor valor económico de
todos los existentes, por el que el primer objetivo es el de mantener el índice
de rotación lo más alto posible.
Recambios: Este almacén es el dedicado a los repuestos; es
un almacén que está dirigido a almacenar las necesidades de mantenimiento.
Materiales auxiliares: Es el dedicado a los materiales
auxiliares que se utilizan en la producción.
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Según su función de la logística de distribución
Almacenes de planta o almacén central: Son aquellos
almacenes que están localizados lo más cerca posible del centro de fabricación,
con el fin de reducir los costos de manipulación y transporte, desde la salida
de producción al punto de almacenamiento. Su misión principal es de controlar
la operación como poseedor del stock principal, y así si es necesario, surtir a
los almacenes regionales. Estos actuarán también como regionales en el área de
influencia de donde estén ubicados.
Almacenes regionales: Estos almacenes deben estar lo más
cercano posible al punto de mayor consumo de la región o zona de su influencia,
teniendo en cuenta que esta zona de influencia no debe ser más amplia para la
distribución de una jornada. Su misión fundamental es la de distribuir
mercancía de los clientes mayoristas o minoristas de una determinada área.
Estos almacenes deben de estar preparados para recibir camiones de gran
tonelaje desde las plantas de fabricación o los proveedores y de igual manera
estar preparados para la distribución en camiones más pequeños de reparto
capilar. Se le dará importancia en este tipo de almacenes a la zona de
preparación de pedidos.
Almacenes plataforma: Parecida filosofía que el almacén
regional pero de dimensiones menores ya que utiliza técnicas como
cross-docking, flujo tenso y stocks de choque disminuyendo el stock global. La
decisión de crear estos almacenes dependerá del diseño de distribución. Lo que
se pretende con las plataformas es minimizar los stocks y aumentar el nivel de
servicio al cliente.
Almacenes temporales o de depósito: Como su nombre lo dice,
son los que están destinados a cubrir los picos de demanda que necesitan ser
atendidos con un sobre stock. Suelen ser almacenes de contratación temporal y
se debe tener siempre en cuenta que en caso de tenerlos debemos pensar bien la
mercancía que depositaremos en él, cuidándonos de que ésta sea de servicio
directo al cliente o los almacenes regionales, y nunca de devolución al almacén
principal.
Según su equipamiento y técnicas de manipulación
La mecanización en los almacenes afecta de manera directa a
su utilidad, hasta el punto que no todas las mercancías deben y se pueden
almacenar con medios mecánicos dados. Por ello podemos clasificarlos atendiendo
a la manipulación y los medios mecánicos involucrados.
Almacenes en bloque: Son aquellos donde la mercancía se
almacena en bloques de referencias, una encima de otra. Como por ejemplo,
ladrillos, detergentes, polietileno expandido, etc. En este tipo de almacenaje
se debe tomar en cuenta la resistencia de la base y la estabilidad de la
columna. El coeficiente que se aplica con relación a la resistencia es de 1,5.
Es recomendado para pocas referencias y mucha cantidad.
Almacenes convencionales: Se llaman almacenes convencionales
a aquellos cuya altura de última carga esté entre los 6-8 m, y que
independientemente, estén equipados con estantería de paletización y disponen
de medios nunca más sofisticados que una carretilla elevadora de mástil
retráctil para el movimiento de las mercancías.
Según su régimen jurídico
Propio: es el primero de los casos en España teniendo en
cuenta su historia. Aunque desde hace 10-15 años esta forma de pensar ha
cambiado, no tanto en empresas familiares, por las empresas extranjeras y la
búsqueda de rentabilidad.
Alquilado: Es en estos momentos la opción más utilizada. No
exige inversión y los costes pasan de fijos a variables según su grado de
utilización.
Renting: Se trata de otra modalidad de alquiler a largo
plazo, pero que no contempla a priori la opción de compra al final del periodo
contratado e incluye servicios de mantenimiento. En este caso el cliente busca,
más que la inversión de un bien, la funcionalidad. El contrato entre las dos
partes no tiene por qué firmarse en una entidad bancaria comercial, puede
realizarse como cualquier otra operación mercantil donde se especifiquen
claramente las condiciones de cada uno.
Leasing: El leasing es un contrato de arrendamiento
financiero que incluye una opción de compra para el arrendatario sobre el bien
recibido en leasing, que podrá ejercitar al final del contrato por un precio
que se denomina valor residual y que, obligatoriamente, debe figurar en el
contrato de arrendamiento financiero.
Fuente:
http://www.interempresas.net/Logistica/Articulos/123864-Clasificacion-de-los-almacenes.html
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